En los últimos años, la esperanza de vida de los animales de compañía se ha incrementado. Perros y gatos viven más tiempo gracias a los avances de la medicina veterinaria y los cuidados de sus propietarios. Pero vivir más tiempo tiene un precio, y el precio que hay que pagar está relacionado con la aparición de enfermedades propias del envejecimiento y el cáncer ocupa el primer lugar entre ellas. El perro es reconocido como un modelo para la investigación del cáncer humano ya que los tumores en ambas especies se desarrollan y evolucionan de la misma manera. Esto ha generado importantes avances en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad en los animales de compañía. Hoy los veterinarios contamos con herramientas que no estaban a nuestro alcance una década atrás.

 

El diagnóstico de un tumor en un animal de compañía suele ser un momento de mucha angustia para la familia. La palabra tumor o cáncer, está asociada a sufrimiento y a la posibilidad de una muerte cercana. Pero cáncer, no es un sinónimo de muerte. El cáncer es una enfermedad crónica que puede ser controlada. Existen una gran variedad de tumores y todos se comportan de manera diferente. Algunos de ellos se pueden controlar por mucho tiempo, dando al paciente una buena calidad de vida. Para definir una estrategia de tratamiento, necesitamos conocer contra quien vamos a pelear: el tipo de células que lo componen, su grado de agresividad, dónde se encuentra y dónde se esconde. Para ello, se deben seguir una serie de  pasos ordenados para saber contra quien vamos a pelear (tipo de tumor), su grado (cuan agresivo es) y  si ha logrado hacer metástasis. Solo conociendo esta información podemos pensar en la mejor manera de tratar la enfermedad.